Friday, April 03, 2009

Pochoco Nocturno y Pintor

Pasó enero y Volcanes del Sur, pasó febrero con una escalada semanal en El Muro y juntas capitalinas con la gente de Volcanes; marzo con más cerros, escalada, asados y una última revancha académica. Y en medio de todo, los artículos del Plomo y Volcanes siguen en el disco duro esperando a ver la luz y agradecer así también un par de auspicios.
Mientras tanto, en medio de más cerros, escalada, asados y cervezas, publico algunas fotos del fin de semana del 14 y 15 de febrero. Ojalá les gusten.

- ¿Hagamos el Pochoco en nocturno el sábado? -fue la sugerencia que me hizo la Lore para el 14. Asentí y con una polera de recambio, polar, la frontal, dos litros de jugo, un par de panes italianos con jamón de pavo, palta y mayonesa pasé a buscarla.

Bajo la última luz del atardecer, comenzamos a subir:

Hora y media desde el auto hasta la cumbre (o más bien antecumbre) y una vez ahí, el cerro regalaba esta vista de Santiago en clave volcánica:

Conversando por aproximadamente una hora y compartiendo pasteles de postre, bajamos a las once, después de planificar un nocturno al Alto del Naranjo para marzo.

El domingo en la mañana, por su parte, habíamos quedado en ir con Abdo al Pintor. Día despejado en Santiago, día nublado en la Parva. Auto estacionado a los pies del polémico andarivel y del portón para subir hasta la laguna Piuquenes, nos fuimos a tracción humana desde ahí, aprovechando lo fresco del día.
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La Lore, acercándose al final del primer tramo, a algunos minutos del portezuelo.
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En el portezuelo nos quedamos esperando a Abdo protegiéndonos del viento detrás de una de las pircas. Una vez que nos encontramos con él, seguimos subiendo hacia el Falsa Parva y más al norte, bajo un cielo absolutamente cubierto. El Parva y el Pintor eran invisibles, por lo cuál más que fotos, iba decidido a caminar y reencontrarme con esos cerros por los cuales pasé como fantasma la última vez que estuve ahí.
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Siempre que la cordillera se encuentra cubierta de este modo y repentinamente una racha despeja por un instante una suave loma, un farellón o una cumbre, tengo la impresión de que se tratara de una mujer coqueteándole a sus pretendientes.

Siempre tan coqueta ella, la cordillera de los Andes no nos da primera sin segunda:
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Una vez en la cumbre bastante helada, nos senatmos cerca de algunas rocas para quedar más protegidos del viento, sacamos botella de Coca-Cola y preparamos ciabattas con palta, tomate y atún. Almuerzo de campeones:
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Muy ricos los panes por cierto ¿verdad Lore?
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La infaltable foto de cumbre gastronómica:
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Y luego de media hora de siesta cumbrera, decidimos regresar.
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Abdo preparándose para volver a entrar en calor.

Y bajo una suave garua, regresamos al auto, uno de los pocos autos que aún quedaban en el sector. Aparentemente la mayoría había decidido regresar a Santiago. Siete horas en total de auto a auto, incluyendo siesta cumbrera y descansos frente a la laguna. Luego vendrían más salidas al Muro, cervezas, asados y una salida a Lo Valdez con Cucho, la Cata y la Lore para subir el Vega y tener una extraordinaria vista a los valles del Morado, el Ruhillas, el Arenas y la Engorda. Pero eso tal vez sea el próximo post. O tal vez el Plomo. Quién sabe...

1 comment:

durandal said...

Maestro, notable la pano!

Pero en el pegado quedó la cagada, qué programa usaste? Parafraseando a Les Luthiers, "antes yo usaba la herramienta de panos de Canon, y yo era un infeliz!". Hasta que comencé a usar la de potochop y ahí vi que uno puede exigir panorámicas 100% perfectas el 100% de las veces.

Segundo, le recomiendo consistencia con el espacio arriba y abajo de las fotos. Una línea en blanco generalmente es adecuada.

Y una última cosa que no entendí muy bien. La pano es un link a la imagen, pero al parecer casi del mismo tamaño... es a propósito esto? :P

Buen artículo, siga así!

d.